EL HUMANISMO
El núcleo central del papel del docente en una educación humanista está basada en una relación de respeto con sus alumnos. El profesor debe partir siempre, de las potencialidades y necesidades individuales de los alumnos con ello crear y fomentar un clima social fundamental para que la comunicación de la información académica y la emocional sea exitosa (Hamachek, 1987).
Otra característica importante del maestro humanista, asociada con la anterior es que debe ser un facilitador de la capacidad potencial de autorrealización de los alumnos.
Sus esfuerzos didácticos, deben estar encaminados a lograr que las actividades de los alumnos sean autodirigidas fomentando el autoaprendizaje y la creatividad. El maestro no debe limitar, ni poner restricciones en la entrega de los materiales pedagógicos, antes bien debe proporcionarles a los alumnos, todos los que estén a su alcance (Rogers, 1978).
Varios autores mencionan otros rasgos no menos importantes que debe poseer el maestro humanista, a saber:
1.- Debe ser un maestro interesado en la persona total de los alumnos (Hamachek, 1987).
2.- Debe estar abierto ante nuevas formas de enseñanza u opciones educativas (Carlos, Hernández y García, 1991: Sebastián, 1986).
3.- Fomentar el espíritu cooperativo de sus alumnos (Sebastián, 1986).
4.- Deben ser frente a sus alumnos tal y como son, auténticos y genuinos (Good y Brophy, 1983; Sebastián, 1986).
5.- Deben comprender a los alumnos poniéndose en el lugar de ellos, siendo sensible a sus percepciones y sentimientos (comprensión empática) (Good y Brophy, 1983).
6.- Debe rechazar las posturas autoritarias y egocéntricas (Sebastián, 1986).